La fuerza que generara dicho movimiento era de carácter espiritual y el propósito específico que le guiaba era el de reactivar la dormida conciencia de los dos volcanes más sabios y poderosos del país ... Popocatepetl e Iztaccihuatl, con objeto que estos tomasen a su cargo la tarea de propiciar el surgimiento de una nueva y luminosa era para todos los habitantes del planeta.